En la fachada de la Capilla del Convento del Sagrado Corazón hay cuatro ventanas tituladas por Gabriel Loire, “Caridad”. La ubicación de las ventanas, a cada lado de la entrada de la capilla, enfatiza el espíritu con el que entramos a este lugar sagrado. Tomando su inspiración de la primera epístola de San Pablo a los Corintios, Loire nos muestra un corazón ardiente del cual salen llamas de amor, un cáliz, una antorcha dominicana y un escudo. Nos recuerdan a todos nosotros comprometidos con la vida y ministerio dominicano de la gran virtud de la caridad.
Llamados a una relación justa con toda la creación
y agraciados por la vida y misión dominicanas,
predicamos compasivamente el
Evangelio de Jesucristo.
Que nuestra predicación y nuestras acciones reflejen la virtud de la caridad.
Como lo encontramos en el Catecismo de la Iglesia Católica,
Que amemos a Dios sobre todas las cosas, y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por el amor de Dios.
Porque Dios es amor, amor puro, amor sin condición o límite.
Oramos para que nuestros simples actos de caridad al servicio de los demás
sean un ejemplo, un faro de luz
mediante el cual toda la creación de Dios pueda encontrar fe y esperanza,
para que todos vivamos plenamente en el Amor de Dios. Amén.
Craig Missel es un Asociado Dominico y miembro de la junta editorial de JUST Words. Vive en Springfield.
In the facade of Sacred Heart Convent Chapel are four windows Gabriel Loire titled “Charity.” The location of the windows on either side of the outside entrance to the chapel emphasizes the spirit with which we enter this holy place. Taking his inspiration from the first epistle of St. Paul to the Corinthians, Loire shows us a burning heart from which rise flames of love, a chalice, a Dominican torch and a shield. These remind all of us committed to Dominican life and ministry of the great virtue of charity.
As we are called into right relationship with all creation
and graced by Dominican life and mission,
may we compassionately preach the
Gospel of Jesus Christ.
May our preaching and our actions reflect the virtue of charity.
As we find in the Catechism of the Catholic Church,
May we love God above all things, and our neighbors as ourselves for the love of God.
For God is love, pure love, love without condition or limit.
We pray that our simple acts of charity in service to others
will be an example, a beacon of light
by which all of God’s creation can find faith and hope,
that we all will fully live in the Love of God. Amen.